¿Sientes que no eres merecedor?

¿Alguna vez escuchaste que la vida es muy difícil, que es complicado conseguir dinero o que la gente tiene que trabajar y con el sudor de su frente ganar el pan de cada día? Muchas de estas frases las escuchamos en nuestra infancia y crecimos con ellas creyendo firmemente que eran ciertas. Ahí es donde nos empezamos a reprogramar mentalmente de una manera equivocada. Pero ya de adultos es nuestra responsabilidad seguir creyendo en eso que nos inculcaron o, por el contrario, podemos volvernos a reprogramar de la manera correcta. Cuando comprendes que eres hijo de la Divinidad, que eres como Su joya, y que te creó con todo lo que necesitas para vivir confortablemente en este plano, puedes dejar de creer todos esos pensamientos limitantes porque no son reales. Si Dios es el rey del Universo, tú eres su hijo o hija, o sea, el príncipe o la princesa, y así es como tendrías que sentirte como merecedor de todo lo que Él puso a tu disposición y a la mía y a la de todos. Puedes repetir tres veces al día: Yo Soy merecedor de todo lo bueno que existe. Gracias Padre porque así es.